Mi mamá sigue viviendo, pero siento que el final está cercando. Para ser claros, ella no tiene ninguna enfermedad inmediata, sino varias enfermedades crónicas. Sus ojos le fallan, su corazón es débil, y por eso su actividad es limitada. Además, me he dado cuenta de que su recuerdo de temas en una conversación no es tan fuerte como solía ser. Recuerda bien el pasado lejano, pero siempre se queja de que hoy en día tiene demasiadas cosas en la cabeza.
Porque siento que el final está cercando, se está deshaciendo de muchas cosas en su apartamento. No sólo su ropa y nuestra ropa de cuando éramos niños, sino también sus joyas, fotos de personas a que nosotros niños no conocen, su colección de tazas de té de lugares que visitó alrededor del mundo, iconos religiosos, incluso el bordado que hizo con sus propias manos. Todo está yendo a mis parientes, a una organización caritativa, y a su ayudante semanal. De hecho, cuando visito, el lugar no siente vacío. Pero me de cuenta de que no quiere dejar una carga a nosotros, sus niños, después de que ella fallece.
Tengo que hacer lo mismo. Este fin de semana hice un propósito para deshacerse de varias cosas cada día. No se puede aspirar solamente. También hay que exhalar.